domingo, 8 de febrero de 2009

Firenze. EuroStar, Bargello, Galería Uffizi, bar San Firenze, Gallería della Academia, David,

Nos levantamos 7 y media, desayunamos y partimos. Roma el domingo a la mañana está desierta, no tuvimos problemas ni en hacer las 5 cuadras con las valijas ni en tomarnos el subte, sin embargo llegamos a la estación y estábamos a las corridas. Las estaciones son muy grandes, al menos las de Roma y Milán. Por otro lado me confundí el número de carroza y no encontraba el asiento. Al final logramos sentarnos. Como de costumbre, el tren tenía que salir puntual.

El Eurostar es un lujo. Los trenes están super limpios, el clima dentro es agradable ya que no hace ni frío ni calor, están bien cuidados, son puntuales (al menos todos los viajes que hicimos) y viajan bastante rápido. Me fui una escapadita al bagón comedor y me compré 2 cafés y una porcion de torta a 6€, precio nada elevado para el servicio de un tren, eso que el café era de máquina expresso.

Tip I: Algo que notamos en la mayoría de las estaciones es que un discapacitado no se puede tomar el tren. Ni los trenes ni las estaciones son aptas para discapacitados.

Llegamos a Firenze (Florencia o Florence). Florencia es una especie de mini-roma delicada, de nivel y prolija. Aunque no conozco el resto de la toscana (quedó pendiente un viaje por Bologna, Parma, Verona, etc.), sé que esta ciudad va a quedar en mi recuerdo como la más linda de Italia.

Tip II: Firenze tiene doble numeración. En una misma calle tendrán la numeración tradicional y la "rosso", que es otra numeración que no corresponden entre sí y sólo se diferencian en el color del número. Por ese motivo, usted puede estar buscando el número 45 de una calle y estar viendo el Rosso 4, pensando que hay que dirigirse en tal o cual sentido, y después de recorrer la calle entera uno se da cuenta que al lado del 4 estaba el 45. No es fácil ubicarse.

Nos hospedamos en el Boccaccio Hotel, un hotel de 3 estrellas a 1 cuadra y media de la estación de trenes. La zona no es guau, pero tampoco era tan fea como para preocuparse, aunque no queda en el centro de todo, Firenze es tan chica que se puede caminar de punta a punta en menos de 30 minutos. En el hotel siempre fueron super amables y lo pagamos muy barato por Booking.com, tan solo 60€ la doble con desayuno.

Tip III: El portal Booking.com es muy bueno, tiene precios mejores que en algunas de las web de los hoteles y gestionan la reserva de manera que, haciéndola a través de ellos, el hotel está obligado a cumplir con la misma. Por otro lado, uno puede abonarla en efectivo aunque haya puesto la tarjeta de crédito para hacer la reserva, y puede cancelar la reserva hasta 1 día antes, salvo que la oferta haya sido "NO REEMBOLSABLE".

Del hotel nos fuimos al museo Bargello el cual cuesta 4,50€ y está bastante lindo. Aunque después de ver tanta pintura italiana empieza a aburrir, este tiene objetos, tiene esculturas y demás artículos interesantes. Capaz lo más lindo es el mismo museo, un edificio renacentista grande con un lindo patio interno. Como verán, también en Firenze tuvimos lluvia.

De ahí empezamos a meternos por las callecitas hasta encontrar una pequeña trattoría, la cual me arrepiento de no haberme llevado tarjeta o escrito el nombre. El mozo resultó ser padre de una Argentina, que si mal no recuerdo era de Rosario o Córdoba. Se prendió para charlar con nosotros bastante tiempo. La comida estaba buena y el vino de la casa, como en todo italia, es lo mejor para acompañar las tardes frescas. De postre comí uno típico que viene a ser como la masa de pan dulce con sólo frutos secos, pero con una segunda cocción que lo transforma en una galletita, traen una mezcla de grappa con vino blanco y se moja ahí y se come. ¡Una bomba! La comida completa con postres, primeros y segundos platos, vino, agua costó 40€ para los dos.

Con la panza llena fuimos a la plaza, como estaba todo cerrado terminamos en la Galería Uffizi, con una entrada de 6.50€ c/u. Tiene una distribución similar a la del Louvre, tanto en tamaño como en la forma de U que tiene el edificio.

Ya por la tardecita paramos en un bar que se llama San Firenze (Piazza San Firenze 1R), lindo barcito donde comimos 2 donas (¡qué fanáticos de las donas que son los europeos!), un capuccino y un expreso por 5,50€. Miren el detalle del corazón formado en la espuma del capuccino.

Ahí nomás, fuimos a la Gallería della Academia (6,5€ c/u) lugar donde está el David, una de las obras más impactantes y hermosas que ví en toda mi vida. Mismo también están las obras sin terminar, unos bloques de marmol con el inicio de cuerpos que no se terminaron y dan una sensación como de una persona intentando salir de la piedra.

Ya a la nochecita nos fuimos a comer a Cellini (Piazza Del Mercato Centrale, N° 17 rosso), una trattoría bastante simple, que no es gran cosa pero se puede comer barato y bien. Comimos una pizza más 2 sopas y el vino tinto por 27€ (ambos!). Las sopas estaban realmente buenas.

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