lunes, 9 de febrero de 2009

Firenze. Arno, Jardines de Boboli, Ponte Vecchio, Pzza. Signoría, Duomo, Iglesia Santa Cruz, Alimentari Luana & Alberto, Le Mossacce

Después de dormir más que bien en este hotel, nos levantamos a las 7 de la mañana. Ya a las 8 estábamos desayunando, principalmente porque el día se hace corto y habíamos reemplazado un día de Florencia por uno de Roma. El desayuno más que bien, uno de los mejores, con jugos, tostadas, medialunas, capuccino (es increible, si uno le pide a un italiano un capuccino le van a hacer un capuccino con medio vaso de espuma, perfeccionistas al 100%). De ahí nos fuimos a caminar por el costado del río Arno que divide la ciudad a la mitad.

Llegamos hasta el Palazzo Pitti con sus Jardines de Boboli. Después de haber ido a tantos museos y tantos lugares cerrados, ir a los Jardines de Boboli es un sueño hecho realidad. Tuvimos la suerte de disfrutar de un día soleado, aunque seguramente estos jardines explonen en verano.

Acá se puede ver la magnitud de poder y dinero que tenían estas familias ya que nos tomó más tiempo llegar hasta el fondo del jardín que recorrer toda Florencia. La cantidad de estatuas, fuentes, árboles, es impresionante.

Está lleno de gatos, no se si tantos como en nuestro Botánico, pero al menos vimos unos 10. Los gatos en Italia, a diferencia de España, son muy grandotes, gordos y peludos. Lo que no vimos en ninguna de las ciudades fue perros abandonados.

En España siempre que encontraba algún gato en la calle tenían el tamaño de un gato chico, tipo siamés. Lo único que nos mató fue el frío, porque el lugar es ideal para sentarse a leer en una de las escaleras tomando un poco de sol.

Desde acá nos fuimos caminando al Ponte Vecchio, el puente europeo construído en piedra más antiguo. En sí es un lugar más para pasear, no tiene gran magia. La vista no es sorprendente pero se puede ver una parte de Florencia a través del blanco que deja el Arno.

"Está saliendo el sol" y nos disponemos a visitar la Piazza della Signoría y ver algunas de las estatuas (imitaciones) expuestas en la peatonal. La Piazza (que no es una plaza) es muy grande, en las proporciones que uno conoce en Firenze. Hay varios negocios históricos, como Officine de Panerai (una relojería italiana que se dedicó a proveer de estos artículos a la marina italiana), obviamente está lleno de marcas como Chanel y el famoso pero cerrado café Rivoire. Aunque hacía frío nos tomamos un heladito de coco y tiramisú, pero sigo pensando que el helado argentino es más sabroso.

Caminando fuimos a la iglesia Orsanmichelle pero estaba cerrada, por lo que terminamos en el Duomo, impactante iglesia por fuera, super colorida y con una fachada muy cargada, que increiblemente por dentro se torna fría, básica y carece de tanta vida como uno se imaginaba.

Había investigado y teníamos el mercado de pulgas cerca, fuimos a lo que sería el mismo mercado de Dorrego y Niceto, digamos que eran negocios de venta de antigüedades, no más que eso. Al ser temprano y estar cerca de la iglesia Santa Cruz donde está el sepulcro de Miguel Angel, decidimos pasar (5€ por persona). Al principio parecía caro ya que la iglesia no es gran cosa y la estában reparando, por ende la mitad estaba tapada y salvo un par de sepulcros importantes no tenía mucho para ver, pero caminando nos encontramos con unos parquecitos internos muy lindos, ideales para absorver un poco de luz solar en un día tan frío de invierno.

Terminamos en la Piazza San Simone, número 3 Rosso ¡Qué lindo es italia! Encontrar en esta plaza un negocio de alimentos fue lo mejor de todo Florencia. Entramos y en mi super básico italiano le pregunté si hacían sandwiches y me dijeron que sí, así que empezamos a elegir diferentes productos, desde muzzarella en aceite de oliva con peperoncino hasta queso gorgónzola, desde jamón crudo hasta salame picante, berenjenas al escabeche, tomates secos en aceite de oliva, todo delicioso, a razon de 13€ los tres sandwich y las dos cervezas, era regalado. De paso tomamos cerveza checa, porque tenían la heladerita llena de cervezas de diferentes lugares. Volvería a Florencia sólo para ir a comer a ese lugar.

Después nos tocó hacer un toque de caminata, especialmente dentro del Zara. Salimos y fuimos a conocer los puestos callejeros cerca del mercado central. La mayoría vendían lo mismo, carteras y billeteras de cuero, imitaciones de marca, y pañuelos y bufandas, a razón de 4€ el cashmir.

Después nos fuimos a la Piazza della Signoría a liberar un libro de Bookcrossing y caminando encontramos Le Mossacce (recomendado en el foro de LosViajeros.com) en Via del Proconsolo 55R. Se entra por un pasillo al fondo con un pequeño salón, se comparten las mesas y se come excelente. Pedimos una Ribolita (sopa clásica italiana), un Pollo Arrosto junto con sus papas, macarroni con bolognesa, café, capuchino, vino de 25cc (que parecía medio litro) agua, propina y un shot de Jaëgermeister por tan solo 30€. Otro de los lugares que recomiendo sea el must para visitar. De esta forma cerramos la visita a Firenze. Ciudad que merece 2 días para visitarla y por lo menos 4 para conocerla y sentirse florentino.

domingo, 8 de febrero de 2009

Firenze. EuroStar, Bargello, Galería Uffizi, bar San Firenze, Gallería della Academia, David,

Nos levantamos 7 y media, desayunamos y partimos. Roma el domingo a la mañana está desierta, no tuvimos problemas ni en hacer las 5 cuadras con las valijas ni en tomarnos el subte, sin embargo llegamos a la estación y estábamos a las corridas. Las estaciones son muy grandes, al menos las de Roma y Milán. Por otro lado me confundí el número de carroza y no encontraba el asiento. Al final logramos sentarnos. Como de costumbre, el tren tenía que salir puntual.

El Eurostar es un lujo. Los trenes están super limpios, el clima dentro es agradable ya que no hace ni frío ni calor, están bien cuidados, son puntuales (al menos todos los viajes que hicimos) y viajan bastante rápido. Me fui una escapadita al bagón comedor y me compré 2 cafés y una porcion de torta a 6€, precio nada elevado para el servicio de un tren, eso que el café era de máquina expresso.

Tip I: Algo que notamos en la mayoría de las estaciones es que un discapacitado no se puede tomar el tren. Ni los trenes ni las estaciones son aptas para discapacitados.

Llegamos a Firenze (Florencia o Florence). Florencia es una especie de mini-roma delicada, de nivel y prolija. Aunque no conozco el resto de la toscana (quedó pendiente un viaje por Bologna, Parma, Verona, etc.), sé que esta ciudad va a quedar en mi recuerdo como la más linda de Italia.

Tip II: Firenze tiene doble numeración. En una misma calle tendrán la numeración tradicional y la "rosso", que es otra numeración que no corresponden entre sí y sólo se diferencian en el color del número. Por ese motivo, usted puede estar buscando el número 45 de una calle y estar viendo el Rosso 4, pensando que hay que dirigirse en tal o cual sentido, y después de recorrer la calle entera uno se da cuenta que al lado del 4 estaba el 45. No es fácil ubicarse.

Nos hospedamos en el Boccaccio Hotel, un hotel de 3 estrellas a 1 cuadra y media de la estación de trenes. La zona no es guau, pero tampoco era tan fea como para preocuparse, aunque no queda en el centro de todo, Firenze es tan chica que se puede caminar de punta a punta en menos de 30 minutos. En el hotel siempre fueron super amables y lo pagamos muy barato por Booking.com, tan solo 60€ la doble con desayuno.

Tip III: El portal Booking.com es muy bueno, tiene precios mejores que en algunas de las web de los hoteles y gestionan la reserva de manera que, haciéndola a través de ellos, el hotel está obligado a cumplir con la misma. Por otro lado, uno puede abonarla en efectivo aunque haya puesto la tarjeta de crédito para hacer la reserva, y puede cancelar la reserva hasta 1 día antes, salvo que la oferta haya sido "NO REEMBOLSABLE".

Del hotel nos fuimos al museo Bargello el cual cuesta 4,50€ y está bastante lindo. Aunque después de ver tanta pintura italiana empieza a aburrir, este tiene objetos, tiene esculturas y demás artículos interesantes. Capaz lo más lindo es el mismo museo, un edificio renacentista grande con un lindo patio interno. Como verán, también en Firenze tuvimos lluvia.

De ahí empezamos a meternos por las callecitas hasta encontrar una pequeña trattoría, la cual me arrepiento de no haberme llevado tarjeta o escrito el nombre. El mozo resultó ser padre de una Argentina, que si mal no recuerdo era de Rosario o Córdoba. Se prendió para charlar con nosotros bastante tiempo. La comida estaba buena y el vino de la casa, como en todo italia, es lo mejor para acompañar las tardes frescas. De postre comí uno típico que viene a ser como la masa de pan dulce con sólo frutos secos, pero con una segunda cocción que lo transforma en una galletita, traen una mezcla de grappa con vino blanco y se moja ahí y se come. ¡Una bomba! La comida completa con postres, primeros y segundos platos, vino, agua costó 40€ para los dos.

Con la panza llena fuimos a la plaza, como estaba todo cerrado terminamos en la Galería Uffizi, con una entrada de 6.50€ c/u. Tiene una distribución similar a la del Louvre, tanto en tamaño como en la forma de U que tiene el edificio.

Ya por la tardecita paramos en un bar que se llama San Firenze (Piazza San Firenze 1R), lindo barcito donde comimos 2 donas (¡qué fanáticos de las donas que son los europeos!), un capuccino y un expreso por 5,50€. Miren el detalle del corazón formado en la espuma del capuccino.

Ahí nomás, fuimos a la Gallería della Academia (6,5€ c/u) lugar donde está el David, una de las obras más impactantes y hermosas que ví en toda mi vida. Mismo también están las obras sin terminar, unos bloques de marmol con el inicio de cuerpos que no se terminaron y dan una sensación como de una persona intentando salir de la piedra.

Ya a la nochecita nos fuimos a comer a Cellini (Piazza Del Mercato Centrale, N° 17 rosso), una trattoría bastante simple, que no es gran cosa pero se puede comer barato y bien. Comimos una pizza más 2 sopas y el vino tinto por 27€ (ambos!). Las sopas estaban realmente buenas.

sábado, 7 de febrero de 2009

Consejo. Jet-Lag

He aquí un consejo personal sobre como manejar el Jet-Lag (diferencia horaria entre un lugar y otro.

Si el viaje se realiza hacia un uso horario mayor, como ser América -> Europa, la mejor forma es no preocuparse por viajar descansado e intentar no dormir mucho (algo que no requiere de esfuerzo para la mayoría).

Ej.: Si partimos a las 00:00 desde Buenos Aires con destino a Madrid, llegaremos a las 17:00 horas de Madrid, siendo nuestro horario natural las 12:00. El Jet-Lag será de 5 horas. Como el día se terminará de muy rápido y el viaje fue cansador, podremos irnos a dormir haciendo coincidir el horario con el de los nativos del lugar. En cambio, si durmió mucho en el avión y viajó descansado, seguramente no tenga sueño hasta las 3 o 4 de la mañana. Por ende el dia siguiente lo tendrá que comenzar con pocas horas de sueño o despertándose tarde.

Si el viaje se realiza hacia un uso horario menor, como ser Europa -> América, la mejor forma es intentar descansar lo más que se puede en el avión, dormir cuantos ratos uno pueda, utilizando los tapones para los oídos, las mascarillas, y si es necesario medicación.

Ej.: Si partimos a las 00:00 de Madrid con destino a Buenos Aires, llegaremos a las 7:00, siendo para nosotros las 12 del medio día. Por ende, lo mejor es intentar llegar hasta al menos las 23:00 despierto (aunque eso represente las 4 de la mañana de nuestro organismo) para evitar ir a dormir demasiado temprano y después levantarse a las 4 de la mañana sin sueño.

Siempre es preferible volar durante la noche porque:

1.- Se puede ganar medio día, porque es mejor viajar viernes por la noche y ganar una parte del sábado, a viajar sábado por el medio día y llegar directamente el domingo.

2.- El día que uno llega se termina rápido por el motivo que puede descansar sin culpa a las horas de haber llegado.

3.- Es más fácil dormir con sueño y respetando nuestro reloj biológico nocturno que intentar dormir de día.

En mi vuelta desde Madrid, viajé al medio día, lo que me provocó un aburrimiento increíble durante todo el viaje por no tener necesidad de dormir en ningún momento.

Roma. Basílica de San Pedro, Campanario, La Tazza D'Oro, Panteón, Trastevere, Rugantino, Teatro di Marcelo, Campidoglio, La Francescana

Nos levantamos como siempre temprano, 8am, un par de tecitos y a caminar para el Vaticano. Estaba lluvioso y frío, a mi se me ocurrió ponerme una camperita que me había comprado en Zara y me estaba congelando.

Tip I: Siempre que subí a monumentos altos, como ser el campanario de la Basílica de San Pedro, La Torre Eiffel, etc., siempre estuvo fresco y ventoso.

La Basílica de San Pedro es la iglesia más grande del mundo. Más allá de no ser católico y estar muy en contra de muchas cosas que hicieron en nombre de quien sabe, la basílica es realmente increible. Sé que el día que vuelva a Roma voy a volver a visitarla.

Como se puede ver en esta foto, las variantes en colores de los mármoles que hay en toda la basílica es incontable. De diferentes tamaños, formas y colores, todo está hecho para ser majestuoso. Hay muchas estatuas de marmol realmente impresionantes, varias representan los sepulcros de los papas, y hay varios papas expuestos.

Empezamos subiendo al campanario (7€ c/u). Primero se llega a una etapa en la que subimos con ascensor, sale creo que 3 euros menos si se evita el ascensor y se sube por escalera, pero depende de las ganas y el cansancio, los escalones parecen montañas. Se pueden ver las cúpulas por dentro, todas hechas con mosaicos, realmente es hermoso.

Se hace por una escalera que va tomando la forma de la cúpula, por ende uno se encuentra caminando inclinado unos 20º hacia la derecha. Sólo pasa una persona ya que tiene una escalera especial para subir y otra para bajar. Hay pequeños lugares para que puedan descansar un poco las personas que no tienen el estado físico o la salud para subir al menos 500 escalones de un tirón. Es una linda experiencia.

Estando arriba uno se congela mucho más que estando debajo, ya que la altura es importante. El lugar es reducido y cuesta poder sacarse fotos o simplemente apreciar todas las vistas que nos da esta altura. Un día soleado podía ser una mejor opción ya que la bruma no dejaba ver más allá de los 2 km.

Una vez de vuelta abajo, con frío pero 3 o 4 grados más, se puede apreciar a la guardia Suiza (considerada por los papas la mejor seguridad que pueden tener) con sus atuendos en colores bastante llamativos.

Con ganas de tomar algo decidimos ir a La Tazza D'Oro (Via degli Orfani, 84). Queda cerca del Panteón y es uno de los mejores lugares para tomar un café italiano.
No logré entender porqué en la mayor parte de los cafés el producto que nunca faltaba era la Donut espolvoreada con azucar. Nos tomamos 2 maxi capuccinos a 4€ con una Donut cada uno otros 4€. También compramos café, el cual lo venden ya al vacío y molido para el tipo de cafetera que uno quiera usar, 2 paquetes de 250gr cuestan 9,80€.

Tip II: El café siempre es mejor comprarlo al vacío
en lugares como este. El que compré en Castroni venía envuelto pero la menor fuga de aroma hizo que toda mi ropa tenga olor a café.

De aquí nos fuimos caminando al Panteón. Algunos puede ser que no reconozcan la magnitud de esta construcción, por lo que recomiendo que intenten razonar como se logró hacer una cúpula de ese diámetro, sin que se caiga.

De aquí nos fuimos caminando a la zona del Trastévere. La zona del trastévere queda un tanto a lejos de la movida cultural, museos y demás, pero es la mejor zona para ir a comer. Caminar por las callecitas de Roma voy a seguir repitiéndolo, es una de las experiencias más reconfortantes para los ciudadanos de metrópolis que carecen de personalidad.

Tip III: Capaz uno sienta que gastar en transporte público de noche para ir a comer al Trastévere no valga la pena, pero les aseguro que una cena mala en un lugar equivocado puede costarles 20€ más que la misma cena en la zona del Trastévere.

Después de recorrer el Trastévere fuimos a comer a la Antica Ostería Rugantino (via della Lungaretta 54). Lugar que no falla con lo que ofrece, comimos por 27€ los dos, unos Penne Salmone (pasta corta con salmón y crema) que estaban de re-chupete, una carne con rúcula salteada (plato típico italiano), unos spaguetti alla carbonara (increíbles) y un pescado con papas al horno muy bueno, a esto sumada la copa de vino, el agua, una panacotta (SUPREMA) y un Flan Caramel (igualito a los nuestros).

Terminado el ágape fuimos caminando hasta el Teatro de Marcelo, una construcción que ya está bastante deteriorada que se la puede visitar por la calle ya que está expuesta a todo el publico sin cobrar entrada.
Caminamos por la plaza del Campidoglio y a la Via Nazionale para hacer el último recorrido romano antes de volver a la GuestHouse.

Nos cambiamos y fuimos a comer a La Francescana (Via Giovanni Pierluigi da Palestrina 11-17), un Ristorante Pizzeria de especialidades toscanas, pescados y horno a leña. Otro de los lugares donde se come bien, comimos por 25€ los dos, aunque era un poco más caro pero nos hicieron precio por ser amigos de Marta. La pasta así como los pescados son inmejorables.
A armar las valijas, que al otro día nos levantábamos tempranito así nos tomábamos el tren a Firenze.

Tip IV: Los trenes son MUY puntuales, por ende hay que llegar al menos 15 minutos antes para lograr encontrar el tren y llegar al vagón/carroza correspondiente.

Tip V: Cuidado, los tickets de trenes son complicados de leer
porque tienen muchos datos diferentes. Si uno confunde el número de carroza, el número de asiento será complicado encontrarlo.


¡La foto me mata!


Esto de poner carteles dentro de los restaurantes es bastante común.


¡Son una chuchería!


Ya lo ví en varios blogs, parece que es furor esa frase.

viernes, 6 de febrero de 2009

Roma. Vaticano, Sant' Angelo, Ara Pacis, Piazza del Popolo, Pincio, Ristorante Gusto, Via del Corso, Via Condotti, Zara, Caffé il Greco, Piazza Spagna

Nos levantamos a las 8 de la mañana y posterior al reducido desayuno salimos caminando para el Vaticano; como los demás días, estaba lluvioso y feo. Paramos a chequear mails en un local de Internet cerca de la muralla del vaticano y fuimos hasta la Plaza pero no entramos por la cantidad de gente que había en la cola.
Tip I: En invierno no hay mucha cola, pero siempre hay que considerar que el Vaticano y su Basilica son el punto principal por el que el turista viaja a Roma, muy por encima del Coliseo. Mejor llegar bien temprano.

Decidimos seguir derecho para el castillo Sant' Angelo, el cual costaba 11€ por persona. Tiene una cafetería en la parte más alta del castillo con unos sándwiches muy buenos, sumado a dos cafés costó 11€, a lo que habría que sumarle la buena atención del personal. El castillo es interesante aunque no tiene nada de especial más que ser una de las construcciones más antiguas en pie enteras de Roma, pero lo bueno es que se ve bastante de la ciudad de Roma, y es uno de los lugares altos a los que se puede ir sin tener que subir quichicientos escalones.

Tip II: Tampoco es tan aburrido como el Ara Pacis: una construcción cuadrada, restaurada en su mayoría, que creo no vale la pena ir a visitar, menos considerando que costaba 8€ por persona.


De aquí nos fuimos caminando hasta la Piazza del Popolo, una de las plazas más importantes para la historia romana pero así también una de las más feas y maltratadas. Subimos hasta el Pincio, cosa no recomendable cuando está lluvioso porque estaba todo lleno de barro.

Posterior nos fuimos a almorzar con Marta a Gusto (Piazza Augusto Imperatore 7, +39 06 3226273), un restorante del estilo de los que encontramos en los hoteles 5 estrellas, bastante modernoso, que tenía un menú de medio día de 9,50€ más bebida que consistía en un plato, el cual podías servirte lo que quieras, así que, sin importar nacionalidad, la gente se lo cargaba cual tren hindú que viaja a Katmandú (¡hasta las bolas!).


Como el día estaba demasiado feo y estábamos por la zona de compras similar a la calle Florida en Buenos Aires, empezamos a caminar hasta pasar por un negocio de Via del Corso donde empezó la locura consumista. Después pasamos por la sede de Zara donde no pudimos con nuestro genio y terminamos cargados hasta el cuello de productos “necesarios”.

Tip III: Las liquidaciones se dan desde el 7 de enero con las grandes rebajas pasando el 20 de enero y empieza a decaer la cantidad de productos ya superando el 15 de febrero. Así como también se dan las rebajas desde mitad a fin de Julio y durante todo Agosto, llegando a fines de agosto con poca mercadería.

Tip IV: La ropa en general es barata y tiene mejor calidad que la americana, las zapatillas deportivas en este caso son caras. El calzado de mujer es barato y especialmente las carteras. Las mejores rebajas las tienen las cadenas grandes y los precios más económicos los tienen los negocios chicos.

Nos quedaba cerca el famoso café Il Greco (Via dei Condotti, 86), indiscutible uno de los mejores café de Roma. Sentarse cuesta entre 4 y 6 veces más dependiendo el producto que uno quiera consumir y, encima, tardan en atenderte, así que lo mejor es hacer barra para tomarse 2 capuchinos a 2.6€. Es igual al Tortoni, pero un poco más chico.

A media cuadra está la Piazza di Spagna, plaza enigmática para la moda, la cual se usa siempre por sus escalinatas, que en persona se perciben mucho más reducidas del tamaño que uno puede apreciar en los desfiles por la TV.

Aunque el día estaba terriblemente feo fue uno de los lugares con más cantidad de gente aglomerada de todo Roma (sin contar a los rompe-pelotas que te quieren regalar la flor para terminar metiéndote las manos en los bolsillos).

Tip V: ¡Cuidado! Todo lo que le ofrescan con la intensión de regalárselo seguramente sea un intento de robo, o hurto o mentira. Se situan frente a las plazas y los lugares llenos de gente. Si nos ven un poco tímidos van a intentar molestarnos entre varios. No hay que insultarlos, pero hay que saber poner un tono y timbre de voz firme y decir "NO!" mirándolos a los ojos y retirarse sin seguires la corriente. En cualquier caso que insistan, buscar a la policía.

Regresamos al hotel y nos dormimos una siestita de una hora. Empezamos a deambular y terminamos en el peor lugar de Roma, el Restaurante Della Fontana di Trevi, una terrible mierda, nos costó 47€ para los dos y se come malísimo, te ofrecen productos que no tienen, te cambian las bebidas, la atención pésima.

De acá nos fuimos a una heladería que recomendaban cerca de la fontana di Trevi y probamos un helado que, creo, es mucho más rico en Argentina. El de mora era desabrido, el de tiramisú era rico, pero nada diferente al de Bs. As., el AfterEight era lo mismo que el de menta de cualquier lugar, y el Lemonchelo safaba pero no era gran cosa.

jueves, 5 de febrero de 2009

Roma. Museos Vaticanos, Comer en los Museos, Rafael, Área Sacra, Panteón, Campo dei Fiori, Piazza Navonna, Da Baffeto

Nos levantamos a las 7:40, nos preparamos para salir a las 8:30 caminando para el vaticano. Hicimos la visita guiada con un tano llamado Paolo, sabía mucho, fue más que interesante hacer esa visita, recomiendo sí o sí visitar el Vaticano con un guía, si no uno se termina perdiendo mucha información vital que nos sorprendería. A las 9:10 estabamos en el vaticano entrando para comenzar la visita de una forma original, en vez de entrar a la basílica por la puerta, primero fuimos a ver los sepulcros de todos los papas y, subiendo por una escalerita ínfima terminamos entrando a la basílica, de esta forma uno se encuentra con una basílica inmensa, gigante, de repente. Más adelante hablaré más sobre la Basílica ya que lo grande de la visita fueron los museos vaticanos. Después de ver la basílica hicimos un stop en una cafetería para entrar a los museos (5 cafés costaron 8€, es barato tomar café hasta dentro de los museos vaticanos).

La visita fue muy buena, me costaba pensar que un guía podía saber y transportarnos a imaginar todo lo que pasó en su momento. Los museos vaticanos son increíbles, tienen de todo, a mi me impresionaron especialmente las estancias de Rafael. La visita nos costó 75€ la pareja (150€ los 4 fue el precio, suele ser un poco más caro).

Comimos en el Vaticano, y realmente creo que fue el lugar donde peor comí en toda Italia, no fue caro, porque gastamos 12€ para comer 4 porciones de pizza y un agua mineral, pero la pizza era medio chiclosa y no tenía sabor a nada. El problema es que no se puede andar entrando y saliendo del museo y las visitas son siempre muy largas. Al menos no te vacunan como en el Louvre o el Orsay.


Nos fuimos del Vaticano, caminando por la avenida, me compré una remera de 8€ y terminamos en el bar que estaba cerca de la GuestHouse, donde nos tomamos un café con leche, un capuchino y un muffing, todo por la módica suma de 4€.

A la noche nos fuimos a caminar por varios lugares, primero por el Área Sacra, (Largo Torre Argentina), después para el lado del Panteón, cabe aclarar que es muy lindo de noche, y por último nos fuimos a caminar por Campo dei Fiori (a mi parecer sólo había restaurantes demasiado turísticos) y Piazza Navona. Ya que estabamos por la zona nos fuimos caminando hasta encontrar (sin GPS les puede tomar por lo menos 20 minutos) Da Baffeto.

El lugar estaba atestado de gente, la atención se parece mucho a la de un bodegón en el microcentro porteño, hay que estar atentos para pegarles el grito y que te den pelota. Fuera de esto, la comida (Pizza) es excelente, comimos una pizza de las especiales (10€) más unas bruschettas (4,50€) y una cerveza grande 4€, la verdad que con eso para dos personas estaba más que bien. La pizza simplemente es la mejor que comí en mi vida. Las bruschettas creo que son demasiado normalitas, de hecho me gustan más las que hace mi suegro.

Tip: Hacer la visita guiada
al Vaticano. Vale la pena.

miércoles, 4 de febrero de 2009

Roma. Coliseo, Palatino, I Due Colonne, Castroni, Termini, La Piccola Irpina, Coliseo de Noche

Nos levantamos a las 7 de la mañana para que rinda el día. El desayuno en el Hotel era un croissant y un café o té en la habitación. Fuimos al subte y nos dirigimos al Coliseo (€12 c/u con entrada al Palatino). El Coliseo es imponente aunque está muy deteriorado y tiene demasiadas reparaciones que lo hacen ver poco original. El Palatino y todo lo que corresponde a la Vía Sacra es más bien un recorrido por ruinas, que es imprescindible ver con ojos diferentes a los que podemos usar en un museo o una iglesia, quedan pocas construcciones en pie pero no por ello dejamos de disfrutar lo majestuoso del imperio romano. Desde el Palatino se puede ver el Circo Máximo, o lo poco que queda de él. Básicamente es una pista de carreras, aunque Circo para nosotros represente otra cosa.

Tip I: Roma es una ciudad para caminarla, de día y de noche, por eso es bueno levantarse temprano y comenzar el día en un bar tomando algo.


De aquí fuimos caminando hasta El Grillo Brillo, un recomendado del foro LosViajeros.com, pero para nuestra desilusión cuando llegamos estaba cerrado, así que terminamos comiendo en uno que estaba en esa misma cuadra, I Due Colonne (Via dei Serpenti, 91, esquina Via Nazionale). La comida resultó buenísima, había menú por 10€ super completo, la pizza (de 4 a 7€) dijo mi cuñado que era muy buena, yo comí fideos con patate arrosto y fue en el lugar que comí las mejores papas al horno de todo Italia. Como de costumbre allí, tenían la Torta della Nonna, muy buena, una torta con base de tarta crocante con un relleno de crema pastelera

Tip II: Encontrar una ubicación exacta en Roma no es fácil, las calles cambian de nombre y la numeración es confusa. Ideal lleve un GPS con los puntos cargados en el mapa y déjese guiar por el aparatejo.

Ya bien alimentados nos dispusimos a caminar por Via Nazionale que quedaba a media cuadra de este restaurante, hasta llegar al Café Castroni, el cual además de servir café/chocolatada y tiene muchos productos a la venta. El café increíblemente exquisito, yo me pedí un expresso y era bastante fuertecito, mi novia un capuchino (bien espumoso), mi cuñado una ciocolatta calda (densa como si fuera una sopa crema de chocolate) y mi hermana un latte. Tenían muy buenas variedades de chocolate, desde 40% al 99% de cacao, varias marcas, predominando Lindt. Ofrecian granos o molido de café (el mismo que sirven ellos), de los cuales me traje 1 kilo. Y también tenían una boutique de productos gastronómicos, desde fideos hasta pimenteros con ají peperoncino dentro, también tenían Yerba Mate en saquito!.

Tip III: El café es muy económico en la barra, tomándolo parado, y entre 4 y 6 veces más caro sentado en las mesas. Se disfruta de ambas formas, pero yo prefiero la barra para sentirme entre los locales y captar la escencia Romana.

Pasamos por un negocio, me compré 2 poleras por 10€ y de ahí fuimos a la estación Termini (estación central donde se combina tanto las 2 líneas de subte como todos los trenes que llegan y salen de Roma) a comprar los pasajes de Tren para el resto de nuestros viajes. El hombre que nos atendió fue muy macanudo, yo intenté hablar en italiano lo mejor que pude y logré sacar algunos pasajes con la tarifa amica, nos terminó costando:

2 pasajes Roma/Florencia en EuroStar 76€ (tarifa standard)
2 pasajes Florencia/Venecia EuroStar 54,4€ (tarifa amica)
2 pasajes Venecia/Milan EuroStar City 42,4€ (tarifa amica)
2 pasajes Milan/Ginebra Cisalpino 118€ (tarifa standard)


Tip IV: La tarifa amica
se puede sacar en la terminal o por internet, corresponde a una serie de pasajes (cupos limitados) por tren, que cuestan un 10% menos por obtenerlos al menos 24 horas antes.

Tip V: A los 291€ que gasté en estos 8 viajes hay que sumarle 110€ que costaron los dos viajes de Ginebra/París en TGV Lyria. El total fue de 400€ para 2 personas viajando y tomándose 5 pasajes de tren cada uno, de los cuales sólo coincidían 2 pasajes el mismo día. Sacar el RailEurope Pass o cualquiera de ellos costaba más caro porque al viajar entre varios países (Italia, Francia y Suiza), un pase superaba los 250€ por persona. No siempre son baratos los pases de tren. Antes evaluar las opciones viendo los precios de los pasajes ya que en la mayoría de estos trenes tendría que haber pagado un plus si tuviera un Pase, porque no contemplan los trenes de Alta Velocidad como TGV o Eurostar.

A la nochecita volvimos a la zona del coliseo para verlo con las luces prendidas. Creo que la ciudad de las luces ya no es más Paris. Después nos fuimos a comer a La Piccola Irpina (via Pietro Cavallini 23), un restaurante chiquitito, simpático, con una muy buena cocina, donde comimos pasta con langosta, una entradita de antipastos varios muy buenos y unos postres matadores. No es caro, pero tampoco es barato, se come por promedio 20€ por persona.



Monte Palatino

Rula comiendo su pequeña pizza de 4€